sábado, 28 de diciembre de 2013

Santos Inocentes. Un día para pocas bromas.

Santos Inocentes


Un día para pocas bromas

"He ahí a nuestros hijos, jóvenes, sanos y hermosos.
 La flor y nata de la tribu xhosa, el orgullo de nuestra nación. Acabamos de circuncidarles siguiendo un ritual que les promete la hombría, pero estoy aquí para decirles que no es más que una promesa vacía e ilusoria. 
Es una promesa que jamás podrá ser cumplida , porque nosotros los xhosas somos, y todos los sudafricanos negros, somos un pueblo conquistado. 
Somos esclavos en nuestro propio país. 
Somos arrendatarios de nuestra propia tierra.
Carecemos de fuerza, de poder, de control sobre nuestro propio destino en la tierra que nos vio nacer. 

Se irán a ciudades donde vivirán en chamizos y beberán alcohol barato... 
Toserán hasta escupir los pulmones en las entrañas de las minas del hombre blanco, destruyendo su salud, sin ver jamás el sol, para que el hombre blanco pueda vivir una vida de prosperidad sin precedentes. 

Entre estos jóvenes hay jefes que jamás gobernarán, porque carecemos de poder para gobernarnos a nosotros mismos; soldados que jamás combatirán porque carecemos de armas con las que luchar; maestros que jamás enseñaran porque no tenemos lugar para que estudien.

La capacidad, la inteligencia, el potencial de estos jóvenes se desperdiciarán en su lucha por malvivir realizando las tareas más simples y rutinarias en beneficio del hombre blanco.


Se muy bien que Qamata (dios) lo ve todo y nunca duerme, pero sospecho que últimamente está adormilado. 
Si así fuera, cuando antes llegue la muerte mejor, ya que así podré presentarme ante él, despertarle y decirle que los niños de Ngubengcuka, la flor y nata de la nación xhosa, están muriendo". (Discurso de jefe tribal citado por Mandela en "El largo camino a la Libertad")




El Día de los santos inocentes recordamos la historia de la matanza de los niños por Herodes. Se duda de la historicidad de este hecho en concreto. Sin embargo puede tener un trasfondo real dada la crueldad atestiguada del protagonista. Es curioso que este día que conmemora la matanza de inocentes, se haya acabado convirtiendo en día de bromas y juegos. Es como si nos resistiéramos a mirar de frente el dolor y el sufrimiento de la historia. Como si nos reveláramos cuando alguien nos muestra el otro lado del tapiz, en el que se ven los hilos entrecruzados, las puntadas, los flecos sueltos... el envés de la historia. 

Quizás hoy puede ser un día para rezar por todos esos santos inocentes, esos que parecen dejados de la mano de dios, que nacen, viven, y mueren ignorados por dios, hasta el punto que se preguntan, como el jefe tribal, si Qamata no estará dormido... 
Hoy quizás podría ser un día consagrado a la memoria sufriente, a la memoria subversiva que nos recuerde que todavía hay mucho por sanar en este mundo, que todavía la historia sigue dejando a niños/as de dios en las cunetas. 

Hoy podría ser el día de conjurarnos para recuperar esas otras historias, para poner nombre a los inocentes muertos; por ataques de drones, por vallas con cuchillas, por servicios médicos retirados, por hambres, por enfermedades evitables, CIES... en definitiva por la desidia y la dejadez de los que vivimos subidos en un tren de vida en el que no hay sitio para todos.

Hoy es su día.
Debería de serlo.
 Al menos un día de honrar su memoria.
De rezar por ellos, de pedir al Señor de la historia que perdone nuestro pecado de omisión y que nos de la fuerza y la determinación para que estas historias de muerte, estas memorias sufrientes no vuelvan a repetirse. 
Hoy es el día de los santos inocentes. 
Un día para pocas bromas.


martes, 24 de diciembre de 2013

Belenes disfuncionales

Decía Kiko del Barco, 
compañero Jesuita del Pignatelli, en una homilía estos días,
que en los belenes de Navidad todo cabe.



Cabe la felicitación del pequeño de la casa hecha con botones. Cabe un papa Noel gordo y más grande que el pesebre porque lo han hecho los sobrinos o los nietos con toda ilusión. Cabe el coche, el muñeco preferido de playmobil, el pato más grande que el S. José, ¡hasta cabe Herodes a lo lejos!

Dios escoge nacer en un lugar donde todo el mundo quepa.
En el nacimiento ¿la cueva?, ¿el pesebre?, no hay puertas.
No hay filtros. 
Ciertamente no hay cuchillas. 

 No hay procedimientos, ni fronteras que pasar ni permisos que pedir…
Por eso cabemos todos. Caben los pastores, caben el buey y la mula, caben, los sabios de oriente… y cabemos nosotros con nuestras incongruencias y búsquedas y torpezas. En el Belén de Dios todos caben. Si nosotros somos incapaces de dejar fuera de nuestros nacimientos los muñecotes más queridos de los niños de la casa ¡Cuánto más Dios no dejará fuera de su Belén a ninguno de sus pequeños!
En el Belén que ponemos en Navidad todo cabe, porque en la cueva en la que Dios nace todo cabe. Es más, es porque Dios nace en una cueva que en nuestro Belén no sobra nada ni nadie, si está mediado por el cariño, por la ternura por el deseo de estar cerca del niño Dios.


Se trata quizás de “reflectir para sacar algún provecho”. En Navidad no sobra nadie de nuestro Belén. Quizás en el día a día, y siendo que Dios ya ha decidido darnos el reino porque somos pequeños y niños a sus ojos, tampoco debería sobrar nadie de nuestros belenes.

En estos días de festejos navideños podemos estar un poco más atentos a las personas que normalmente dejamos fuera. Y en el nombre del Dios de la Vida que nos acoge a todos en su nacimiento, dejar que se acerquen a nosotros, es más, salir a buscar a las personas alejadas y hacer porque se encuentren a gusto en nuestros belenes.

Sí. No es fácil. 
Es imposible para nosotros, pero no para el niño-Dios.
No se trata de negar las disfuncionalidades, ni de querer cambiar al prójimo por navidad, se trata de estar dispuestos a salir, de querer recorrer un camino hacia el otro. Es imposible para nosotros, pero no para Dios, con tal de que pongamos al niño en el centro del nacimiento. Es el niño recién nacido quien nos aglutina siendo distintos como somos.

Y si el niño es el centro, ya no sobra, ni el pato, ni el playmobil ni el papa Noel gordo… porque estamos juntos ante el niño para adorarle y eso nos iguala a todos.
Ojala que la magia de estos días en que todo es posible para Dios, el Niño nos conceda ver los belenes de nuestra vida con el cariño con que Dios los ve y nos ayude a acoger en ellos a esas personas que necesiten cariño y ternura, especialmente en estas fechas.

¡Feliz noche Santa! ¡Feliz disfuncionalidad!



sábado, 21 de diciembre de 2013


Contemplación del Nacimiento

“Ponme con tu Hijo”

Tú, Madre, has sido
la que más influiste en tu Hijo.
Tú fuiste la única
que comunicó al Verbo su cuerpo
para ser encarnado.

Tu mano, suave,
llena de amor indecible,
fue formando aquel hombre
que había de llevar
una vida de trabajador humilde,
y que, después de vivir pobremente
la vida de apóstol,
se ofreció desnudo
sobre el ara de un leño áspero,
símbolo de la ignominia.

 Ayúdanos, Madre,
Y fórmanos como otro Jesús.

Tú puedes hacerlo
de un modo muy especial:
la mano de madre es insustituible:
no se ha inventado
ni el hombre podrá inventar jamás
con toda su técnica,
ningún sustitutivo
para la mano y el corazón
de una madre.

Te lo pido, Señora:
‘Muestra que eres Madre’.
Ponme con tu Hijo
Y hermano mayor mío, Jesús.
Pedro Arrupe


Pistas para la oración:

rezar es contemplar con todo acatamiento y reverencia posible.


ü  Pedir lo que quiero: “conocimiento interno del Señor, que por mí se ha hecho hombre, para que más le ame y le siga.”
ü  Leer el texto despacio. ¿Qué palabras resaltan? ¿Qué me llama la atención?

El primer punto es ver: a nuestra Señora, a José, y al niño Jesús recién nacido. Me situó en la escena como un pobrecito y esclavito indigno, mirándolos, contemplándolos y sirviéndolos en sus necesidades, como si presente me hallase, con todo acatamiento y reverencia posible.

El segundo punto es escuchar atentamente: ¿De qué hablan José y María? José se ha fiado del Dios que habla en los sueños. Su amor a María y su fe le ha impedido repudiarla. ¿Qué estará pensando José? ¿Y María? A María le han anunciado que va a ser la madre del Hijo del Altísimo ¿Tendrá dudas? ¿Qué hablará con José en estos momentos? Quizás se miran en silencio contemplando el Misterio, quizás dan gracias admirados por el don de la vida. Los pastores han sido testigos accidentales de un acontecimiento increíble. Son los únicos que se enteran del nacimiento. En el campo, en las afueras, lejos de la gente importante.

El tercer punto el esfuerzo de José y María, el riesgo que Dios corre de encarnarse para nacer en suma pobreza y todo esto por mí.

Ideas de fondo:

Para descubrir al “Maravilla de Consejero,  Dios Fuerte, Siempre Padre, Príncipe de Paz” que anuncia Isaías en el niño envuelto en pañales hay que verlo con los ojos del corazón.
Para ver que este niño viene a ser una luz grande para quienes están en tinieblas, para poder reconocer como Señor del mundo a quien ni siquiera ha tenido sitio en la posada, hemos de dejar que Dios nos “afecte” el corazón.
  • Para descubrir que la señal de que Dios viene es un niño naciendo pobre en un pesebre y envuelto en pañales tenemos que dejar que Dios nos instruya en su  modo de hacer las cosas.
  • Contemplar al Dios-niño es pedir sentir su luz para que acreciente nuestra luz interior, de modo que podamos ver las cosas según Dios.
  • Contemplar es rezar con todo acatamiento y reverencia posible”, como esclavitos indignos.
  • Somos como los pastores. ¡Pero el Señor hace sitio para nosotros en el Belén!
  • Puede que seamos como esos personajes “extraños” de los belenes que los niños pequeños añaden. Los muñecos del playmobil, el pato que es más grande que el niño, los coches de los peques… para Dios nadie sobre en el Belén.
  • El portal no es sitio para un niño menos aún para un Dios. Si Dios nació allí, puede nacer en ti. Puede, porque quiere. Porque no depende de ti ni de como de limpio o apañadico este tu corazón. Es el amor de Dios el que posibilita la encarnación, es el amor de Dios el que media el si de María y la complicidad de José. Es el Amor de Dios quien nace y a quien estamos  “aguardando la feliz esperanza” Tito 2,13.
  • Puede que nuestro corazón, nuestras manos, nuestros ojos estén “sucios”, “empecatados” “pesados” por las veces que no hemos servido, amado, querido, acompañado. Dios nació en un pesebre, con hedor de animales, orines, arropado por paja húmeda, con frío, y pobre. Dios puede nacer en tu corazón esté como esté.  
  • Callemos.  

Dios con nosotros en extrema pobreza, 
desde los márgenes, en Belén… 
el que se hace pan, se parte, se rompe y se reparte nace en la Casa del Pan… alimento y vida… 
Ya el Centro de la historia brotó en el margen. 
A nadie rechaza, no tiene argumentos. 
A todos se ofrece, es pura presencia.  
Es todo el misterio.  
Callemos.”  
(Benjamín González Buelta) 




viernes, 13 de diciembre de 2013

A España los reyes Magos no habrían llegado.
Vallas contra la Navidad

Aunque es adviento, os hablo ya de la Navidad, como lo hace la liturgia, que presiente la fiesta y la anuncia a los fieles: “Estad alegres en el Señor; os lo repito: estad alegres. El Señor está cerca”.

 Así será la Navidad que se acerca: “Dios vendrá y nos salvará”, vendrá con justicia, pan y libertad; “vendrá en persona, resarcirá y salvará”. “El Señor abre los ojos al ciego, endereza a los que ya se doblan, ama a los justos, guarda a los peregrinos”.
No habrá Navidad sin Dios: él es justicia, pan y libertad. No hay Navidad sin pobres: oprimidos, hambrientos y cautivos a la espera de Dios. No hay Navidad sin Jesús, Dios y pobre verdadero.
“Juan, que había oído en la cárcel las obras de Cristo, le mandó a preguntar por medio de unos discípulos”: ¿Ya ha llegado la Navidad o tenemos que seguir esperando? 
Y Jesús les respondió: “los ciegos ven y los inválidos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos resucitan, y a los pobres se les anuncia la buena noticia”. Id a anunciar a Juan: la Navidad ya está aquí.
Pero podemos no dejarla entrar:

La Navidad llamó a las puertas del rey Herodes; estuvo tan cerca de él como lo estaban los niños de Belén y sus alrededores; pero el rey tuvo miedo de ella y mandó que la matasen.

La Navidad llamó a las puertas del corazón de escribas y fariseos; estuvo tan cerca de ellos como lo estaba la enseñanza de Jesús de Nazaret: Oyeron sus palabras, vieron sus signos, pero no creyeron para recibirlo, se escandalizaron para rechazarlo, y se confabularon con los herodianos para acabar con él, para quedarse sin Navidad.

La Navidad llamó a las puertas del rico epulón; estuvo echada en su portal, cubierta de llagas y hambrienta; esperó recibir algo de lo que caía de la mesa del rico. Pero el rico la ignoró y dejó que a sus puertas se muriese.

Hoy, para que la Navidad no se nos cuele en el reino, la disuadimos con vallas recrecidas, carreteras perimetrales, radar de aproximación con cámara de visión nocturna, 

dispersores de productos antidisturbios, alambradas de cuchillas, cables con sensores conectados a una central de seguimiento, garitas de vigilancia, cámaras de televisión.
 Esa muralla, que se pretende infranqueable, no se levanta contra la corrupción, no contra la violencia, no contra la injusticia, no contra la explotación, no contra la marginación; se levanta contra hombres, mujeres y niños hambrientos de futuro y de pan; esa muralla se levanta contra la esperanza, contra la Navidad.

Cuanto más difícil se les hace a los pobres franquear las fronteras, más probable será que esa Navidad que llama a nuestras puertas termine ahogada en el mar.

A vosotros, hijos muy queridos, no necesito deciros que quitéis la valla. Os digo sólo: Feliz Navidad.

Tánger, 10 de diciembre de 2013


+ Fr. Santiago Agrelo

Arzobispo de Tánger

sábado, 7 de diciembre de 2013

Ser luz en la noche. 

Cuentan que hace mucho, mucho tiempo, hace unos 100 años, en un pueblo de la sierra, cerca de Zaragoza, había una abuela que enseñaba el catecismo y los mandamientos a su nieto los domingos por la tarde.
Uno de esos domingos, era invierno, anochecía pronto y hacía mucho frío. La vida del pueblo se iba apagando conforme se escondía el sol, porque en el pueblo no había luz eléctrica. Victoria, que así se llamaba la abuela, fue a buscar una vela para iluminar la habitación. Era una casa pequeña, pero tenía una vista fantástica porque estaba en lo alto del pueblo. Desde allí se veían casi todas las calles, la plaza de la Iglesia el mercado, el ayuntamiento, y al fondo, en un día claro, hasta se podía ver Zaragoza. A Juan le gustaba esa vista, y le encantaba pasar ratos con su abuela, y ¡no solo por la merienda de pasteles caseros! La abuela era divertida porque explicaba las cosas de manera fácil.
A Juan se le quedó grabado especialmente un día. Era la semana anterior a su confirmación. Le habían explicado en la parroquia y en el cole qué era el sacramento: celebraba el paso a la comunidad de los cristianos ya como “adulto” y que ahora él recibiría el Espíritu Santo para ser misionero y apóstol de otros… ¡le sonaba tan difícil! Así que, ese domingo Juan le pregunto a su abuela Victoria. La abuela le escuchó en silencio un buen rato, sonrío. Y le dijo, es muy sencillo. Ya verás. Pero en lugar de explicarle nada se lo llevo a hacer pasteles a la cocina. Haciendo las madalenas le explicó que ser cristiano es como la levadura que hace que la masa se hinche, eso lo pilló enseguida.
Más tarde, mientras merendaban en el salón, la abuela apagó todas las velas de la casa. Se quedaron a oscuras por un rato. Juan no entendía, pero Victoria sonreía, “espera, espera, ya verás”, le decía. En eso dijo ¡Ahí está! Juan no podía ver nada al principio. Luego, poco a poco, siguiendo la mirada de su abuela, pudo distinguir como a lo lejos, en las calles del pueblo vecino, iban apareciendo puntos de luz en la noche. Una estela luminosa, un manto de luz comenzaba a dibujarse en la gélida noche.
Se quedaron en silencio un buen rato contemplando la escena. Y Juan entendió. Ese es el sereno dijo Victoria.
En medio de la noche y el frío, está cuidando de todos nosotros, y enciende las velas en los farolillos de las esquinas para que los vecinos puedan volver a sus casas. Eso es ser cristiano Juan. A eso es a lo que te llama Jesús. A pasar por la vida de los demás dando luz, todos los días, pero especialmente cuando haga frío y sea de noche. Y ¡estate atento! Cuando sea de noche y te sientas solo y no veas luz por ninguna parte, busca esas luces que se encienden en la noche, ¡son como los cristianos! Sabrás que te has encontrado con ellos porque han iluminado tu vida y han dejado un rastro de luz a su paso. 


(Adaptado de Megan McKenna)

Os dejo el video de Advent Conspiracy. En lugar de dar cosas date a ti mismo/a


viernes, 6 de diciembre de 2013

Sobre migraciones y fronteras del sur de Europa

En tiempo de Adviento
Con ocasión del Día Internacional de los Derechos Humanos:

Mensaje de la Iglesia de la diócesis de Tánger
Sobre migraciones y fronteras del sur de Europa


“El Señor doblegó a los habitantes de la altura y a la ciudad elevada; la humilló, la humilló hasta el suelo, la arrojó al polvo, y la pisan los pies, los pies del humilde, las pisadas de los pobres” (Is 26,5-6).
“Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona” (Declaración Universal de Derechos Humanos 3).
“Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes” (Declaración Universal de Derechos Humanos 5).
 “Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país” (Declaración Universal de Derechos Humanos 13,2).


En tiempo de Adviento para ella, cercano el Día Internacional de los Derechos Humanos, la Iglesia de la Diócesis de Tánger, con la fuerza de la fe, la esperanza y el amor de sus hijos, pide que esos derechos, que han sido reconocidos como universales y que han de ser respetados con todos, “sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición”, sean respetados de modo escrupuloso y discriminatoriamente positivo con quienes, por hallarse en situación de mayor vulnerabilidad, necesitan mayor protección.

 
Esta comunidad eclesial es testigo asombrado y apenado de que, en las fronteras del sur de Europa, son vulnerados no pocos de los artículos incluidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Nadie puede considerar respetuoso con la dignidad de las personas y con “su derecho a salir de cualquier país, incluido el propio”, el que, en veinte años, las fronteras se hayan cobrado la vida de más de 20.000 jóvenes.

Las medidas adoptadas hasta ahora por los Gobiernos de los países europeos para el control de las fronteras del sur, han sido y son un fracaso político y humano, pues dejan a los emigrantes en una situación de abandono, y transforman en sarcasmo sus proclamados derechos “a la vida, a la libertad y a la seguridad”.

Desde la fe, con esperanza, y por la caridad que nos une a quienes padecen las consecuencias inhumanas de esas medidas, como Iglesia:

1.      Denunciamos el sistema Europeo de vigilancia de fronteras, Eurosur, cuyo “objetivo principal” es “prevenir la inmigración irregular, el crimen transfronterizo y las muertes en el mar”, o, como han expresado otros: “mejorar la detección, prevención y lucha contra la inmigración irregular y la delincuencia organizada”. Lo denunciamos porque:
a.      Asocia inmigración y crimen, inmigración y delincuencia, lo que evidencia un inaceptable juicio negativo sobre los emigrantes y favorece el desarrollo de sentimientos xenófobos en la sociedad.
b.      Prevé la colaboración de las autoridades nacionales en un intercambio de información que puede lesionar los derechos de los emigrantes a la protección de sus datos personales.
c.       Privilegia objetivos de control y represión, que harán fácil y legítima la violación de los derechos de los emigrantes, incluido el derecho a la vida. Evidencia de esto son los 3.530 millones de euros que “los países miembros de la Unión Europea van a recibir, entre 2014 y 2020, para reforzar sus fronteras exteriores”. Es escandaloso que las fronteras y su seguridad sean más importantes que las personas y sus derechos.

2.      Denunciamos el doble lenguaje de quienes deciden las políticas de fronteras. Puestos ellos también, después de Lampedusa y sus muertos, ante la evidencia de centenares de víctimas de la miseria humana y de leyes que la agravan, se apresuraron a manifestar sentimientos de pesar y voluntad de evitar en el futuro tragedias semejantes, voluntad que se ha concretado en la creación del sistema EUROSUR. Es decir, que a la necesidad y esperanzas de los emigrantes, se responde una vez más con medidas sobre todo represivas, que los empujarán a asumir en sus caminos cada vez mayores riesgos, incluido el riesgo siempre más alto de perder la vida.

3.      Denunciamos la presencia de concertinas con cuchillas en las vallas de Ceuta y Melilla. Estos elementos de control de fronteras representan un atentado a la integridad física de los emigrantes: esas cuchillas cortan, lesionan, mutilan, y no son coherentes con el deber que todos tenemos de respetar los derechos de hombres, mujeres y niños de África en su camino hacia los países de Europa.

4.      Denunciamos la obsesión por la seguridad de unos a costa de la salud de otros, puede que a costa de sus vidas. Se entiende que un Gobierno ha de garantizar con medios apropiados la seguridad de los ciudadanos en el territorio de la nación. Pero esos medios dejan de ser apropiados, su legitimidad se desvanece, cuando usarlos significa privar a otros del derecho fundamental a la salud, al bienestar, a la alimentación, al vestido, a la vivienda, a la asistencia médica, a los servicios sociales necesarios. Las condiciones de vida en los países de origen y las leyes de protección de fronteras en Europa empujan a hombres, mujeres y niños de África a un infierno interminable de soledad y clandestinidad por los caminos de la emigración. Denunciamos que se oculten sus sufrimientos; denunciamos que, bajo pretexto de seguridad, se destinen cantidades ingentes de dinero a multiplicar esos sufrimientos, a hacer más difícil la situación de esa humanidad extenuada, a hacer que esos empobrecidos sean más prójimos de la muerte que de nosotros; denunciamos que a los emigrantes, a quienes nosotros mismos hemos hecho irregulares, se les obligue a la marginalidad en los países de tránsito, se les persiga como delincuentes, y se les empuje a la muerte.

5.      Denunciamos la supeditación de las personas a intereses económicos. A nadie se le oculta que el criterio principal, por no decir único, para regular la entrada de emigrantes en un país, es el del beneficio económico que le pueden reportar. Esa supeditación de lo humano a lo económico deja sin protección derechos fundamentales de las personas, como son: el derecho a la vida, a la libertad, a la seguridad; el derecho a que nadie se vea sometido a esclavitud; el derecho a que nadie sea víctima de trata; el derecho a que nadie sea tratado de forma cruel, inhumana o degradante. Y denunciamos que, por intereses económicos, esos derechos universales sean derechos no vigentes en los caminos de los emigrantes.

Ni las medidas adoptadas hasta ahora por las autoridades europeas y españolas para el control de fronteras, ni otras más costosas que se puedan adoptar, impedirán que a esas fronteras sigan llegando pobres en busca de futuro: No hay cuchillas que frenen el ansia de vivir, no  hay cuchillas que puedan intimidar más que el hambre y la miseria, nada pueden perder quienes nada tienen. De ello son testimonio hombres, mujeres y niños que entre nosotros, a los ojos de este Iglesia que peregrina en Marruecos, esperan una oportunidad. Gastar dinero en destruir esperanzas es la peor de las inversiones.

Pero no se trata sólo de una mala inversión, es también una terrible irresponsabilidad, pues en las fronteras se multiplican sufrimientos y muertes. “¿Quien es el responsable de la sangre de estos hermanos y hermanas? Ninguno. Todos respondemos: yo no he sido, yo no tengo nada que ver, serán otros, pero yo no. Hoy nadie se siente responsable de éstos, hemos perdido el sentido de la responsabilidad fraterna, hemos caído en el comportamiento hipócrita" (Palabras del Papa Francisco en Lampedusa).

Por sentido de responsabilidad, por amor a la justicia, por respeto a nuestros hermanos emigrantes, pedimos a quienes tienen autoridad para hacerlo, que, en el ejercicio de esa autoridad, dispongan la retirada inmediata de las concertinas instaladas en las vallas de Ceuta y Melilla, por tratarse de instrumentos que violan derechos fundamentales de las personas y en nada favorecen el deseado desarrollo moral, cultural y económico de la sociedad española y de la Unión Europea. Las cuchillas sólo causan dolor y muerte.

Tánger, 5 de diciembre de 2013.
Memoria de un emigrante, muerto en Tánger, durante una redada policial.
Con la esperanza de que algo así  nunca más vuelva a suceder.


+ Fr. Santiago Agrelo
Arzobispo de Tánger


(Siguen firmas y sellos de las diversas instituciones de la Misión Católica en la diócesis de Tánger)