miércoles, 14 de octubre de 2015


Poeta,
doctora de la Univ. de Salamanca y de la Iglesia,
maestra de oración,
reformadora y fundadora,
priora,
íntima amiga de sus amigos,
desposada del Señor,
mística… Simplemente Teresa.


Acercarse a los escritos de Teresa de Jesús, la doctora mística, en castellano antiguo, con giros, excursus, etc., puede espantar al más animoso.1 Sin embargo, en Teresa se encuentra uno en casa. ¿Quién no desea sentir ese amor totalizante que aúna el deseo, la búsqueda, la sed de sentido, que libera la propia libertad y apasiona del tal modo que “todo los travajos son pocos en su servicio”? Teresa narra apasionadamente con imagenes elocuentes y sencillas las gracias que Dios da “cuando quiere y como quiere y a quien quiere”2. En estas líneas recojo sumariamente algunos aspectos de sus escritos y animo a su lectura. ¡Teresa no defrauda!

  • “Comenzó el Señor a hacerme las mercedes, como quien deseaba… que yo las quisiese recibir”.3
Dios le salió al encuentro.4 La rondó y la conquistó, estando siempre dispuesto a desbordar con su gracia y regalos la falta inicial de disposición de Teresa “¡Oh, que tarde se han encendido mis deseos y qué tan temprano andávades Vos, Señor, granjeando y llamando que toda me emplease en Vos!” 5 Teresa se conjugará en pasiva, la iniciativa es de Dios: me criasteis, me redimisteis, me sufristeis, me llamastes, me conservastes... “¿Qué mandáis hacer de mi?”.6
  • “Cosa recia sería que solo en los rincones se pudiera hacer oración”7
Mística activa y contemplativa, inmersa en la misericordia y el amor del Dios que halla “en todas partes” quien le sirve haciendo Su voluntad: si en la cocina, “en los pucheros anda el Señor.”8 Para la doctora, Marta y María han de andar unidas (Lc 10,38), “para hospedar al Señor y tenerle siempre consigo, y no le hacer mal hospedaje, no le dando de comer”9 Marta seguramente prefería estar a los pies de Jesús y “el amor la hizo atrever” a protestar, pero por amor sirve.10 El amor se ha de poner en las obras: “Si Su Majestad nos mostró el amor con tan espantables obras y tormentos, ¿cómo queréis contentarle con sólo palabras? ¿Sabéis qué es ser espirituales de veras? Hacerse esclavos de Dios...”11
  • “Debe ser yo poco penitente” 12
Teresa sin duda hizo penitencias corporales pero no las detalla y corrige los excesos de sus conventos y pide a las prioras que se ciñan a lo que se establece por “el camino de su regla y constitución”13. Se enfrentó a los visitadores que imponián normas nuevas: “no sufre nuestra regla personas pesadas”14. Bien sabía la doctora que “un alma apretada no puede servir bien a Dios”15. La verdadera penitencia para Teresa es servir a Dios y al prójimo en todo, ¡esta es la perfección espiritual! La verdadera penitencia es trabajar la humikldad, negar la propia voluntad para hacer en todo la del Señor: Esta “querría yo fuese nuestro estudio y penitencia.”16
  • “No quiero más que le miréis” 17
Dios está siempre acompañando y buscando darse. Hacer oración es gozar de Quien te ama, ¡cae en la cuenta de que la mirada de Dios está sobre ti! Dirá Teresa… Y devuélvele la mirada... Hacer oración no es entretenerse con elevados conceptos, basta mirar al Señor quien “Tiene tanto en que le volváis a mirar, que no quedará por diligencia suya”18. Contempla al Señor crucificado que todo lo ha pasado por ti y despertará en ti el deseo de tener parte en esa cruz en la manera en que el Señor quiera pues “todo es poco lo que se padece por tan buen Dios y por quien tanto pasó” por ti 19.

  • “En Dios todas las cosas” que “las tiene todas en sí”20

Dios ocupa el corazón de Teresa. Todos y todo lo demás pasa a un segundo plano. ¡No porque sea malo! Son ocasión de servir y alabar a Dios, pero es solo Dios el centro de su corazón y su deseo. Nada le satisface, en nada fuera de Dios haya lo que su corazón, herido por Dios ansía. Esta es la libertad de espíritu, cima de la vida espiritual “Oh, libre albedrío, tan esclavo de tu libertad, si no vives enclavado con el temor y amor de quien te crió”.21 Es un Amor que no la encierra ¡Teresa amó mucho a sus amigos/as! Goza y padece con ellos. Así contesta a su ultimo confesor quien dice que está deseando pasar nuevos trabajos por Cristo “Déjenos por amor de Dios, pues no los ha de pasar a solas. Descansemos algunos días”22.
1Solo Dios Basta” de M. Herraiz García, es un buena síntesis.
2Moradas 4,1.2 ; Moradas 6,4.12 Entre otras muchas citas posibles.
3 Vida 23,1.
4(Vida 1-9)
5 Exclamaciones 4,1.
6 Poesías Líricas Vuestra Soy
7 Fundaciones 5,16.
8 Ibid., 5,8.
9 Moradas 7,4.14ss.
10Exclamaciones 5,2
11 Moradas 7,4.9
12 (Al P. Gracian 21-2-1581)
13 Fundaciones 18,6ss.
14 (Al P. Gracian 19-11-1576)
15 (Al P. Gracian 21-2-1581)
16 Camino de Perfección 22,3.
17 Ibid., 42,3.
18 Ibid., 42,3.
19 Carta a las Carmelitas descalzas de Sevilla 31-1-79.
20 Vida 40,9.
21 Exclamaciones 17,3.

22 Carta a Jerónimo Gracian 21-4-79.

sábado, 26 de septiembre de 2015

De #Bufones y #Profetas

De #Profetas y #Bufones

En una conversación reciente con un político, cristiano “militante” como político y como cristiano me decía algo así: “a veces ser cristiano y ejercer en un partido político te hace pasar por bufón: no te toman en serio. Vas contra corriente, haces preguntas incómodas, te permites decir lo que piensas y tratas de llevar a tu vida y tu trabajo los valores del Evangelio... Eres el personaje extraño en ese cuadro, el raro de la corte” y luego añadió “y sin embargo ¡qué importante es como cristianos ser profetas aunque nos tomen por bufones! Necesitamos bufones-profetas en cualquier organización e institución, también en las de la iglesia”.

La figura del Bufón nos es bastante familiar. Aparecen en numerosos cuadros junto a reyes y emperadores. ¿Quien no conoce los cuadros de bufones de Velázquez que los puso en primer plano en “Las Meninas”? También tienen su papel en la dramturgía y aparecen por ejemplo en la tragedia del Rey Lear de Shakespeare. De hecho, han estado presentes en la cultura greco-romana desde Sófocles. En fin, el termino “bufón” tiene una historia larga y diversas acepciones, aquí se toma en el sentido de “personaje cómico encargado de divertir a reyes y cortesanos con chocarrerías y gestos” (R.A.E).

¿Pero qué tiene que ver esto con los profetas? ¿Qué tienen de bufones hombres y mujeres por medio de quienes habla Dios mismo?

Podríamos decir que los profetas son personas inspiradas por Dios, para ver la realidad como Dios la ve, esta visión genera una identidad y da una misión denunciar que la historia se ha desviado del plan de Dios. El profeta no sólo señala los males presentes, las realidades y estructuras de pecado que niegan el sueño de Dios, también anuncia que Dios traerá la salvación.

Por tanto, sobre el papel, bufones y profetas discurren por separado. Pero en la historia de la salvación el anuncio de los profetas inquieta a los satisfechos e insufla esperanza a los abatidos. Los primeros tratarán de arrinconarlos o ningunearlos y reducirlos a gente risible: bufones. Los segundos, a veces, reconocerán en ellos la inspiración de Dios. Otras veces, el mismo pueblo creyente no puede reconocer los gestos proféticos de sus conciudadanos “nadie es profeta en su tierra” y también cae en la tentación de tomar por bufones a los profetas de Dios.

Y es que el oficio de profeta no es fácil. Imaginemos a Oseas que recibe de Dios este encargo "Anda, toma para ti una mujer prostituta y ten hijos de prostitución" (Os 1,2) y llama a tus hijos “Incompadecida” y “No-Pueblo-mío”. O pensemos en Ezequiel cavando un hueco en la muralla de la ciudad y pasando por él “Saca tu equipaje en pleno día para que te vean... mientras aún estén mirándote, sal de tu casa como lo hacen los cautivos... Cava un hueco en la muralla a la vista de todos y sal por ese hueco”. O imaginemos a Isaía anunciando a Acaz que espera la invasión de un ejercito poderoso: “Vigilancia y calma” Is n7,3-4 y añadiendo como señal de Dios que una joven está encinta del “Emanuel” Is 7,10-13. Traslademonos a la Jerusalén ocupada por los romanos para contemplar a Ana, una anciana de más de 90 años que se pasa en el templo día y noche para poder anunciar al Mesías. Escuchemos a María, la joven ¡virgen-madre! que porta al niño Jesús en brazos y que en su día hizo suyo el cántico de Ester: “Dios cumple la palabra prometida a nuestro Padre Abraham” y derrotará a los poderosos para ensalzar a los humildes. Fijémonos en Juan Bautista anunciando el Juicio Final, vestido con pieles de fieras y comiendo miel silvestre y “saltamontes”, escuchemos a Jesús de Nazaret proclamando que el Templo, la institución central del poder político y religioso de su tiempo, se destruiría pero que en tres días el lo iba a restaurar, expulsando a mercaderes y cambistas... ¿Bufones o profetas?

¿Quién si estuviera allí no se reiría y menospreciaría a estos “profetas” de la Escritura? ¿Quién no se reiría de sus bufonadas? ¿Seríamos mejores que Pilatos que no encuentra culpa en Jesús, quizás sea un loco más, un predicador extravagante y lo manda a la corte de Herodes para congraciarse con él? Herodes “se alegró mucho” porque “esperaba verlo hacer algún milagro”, es decir, quería que lo entretuviera a él y su corte. y Herodes tras burlarse de él devuelve a Jesús a Pilatos con “un vestido esplendido” Lc 23,8-11. Jesús reducido a un bufón.

Y sí, en cierta medida, en sus gestos y discursos desconcertantes, fuera de lugar en tanto que risibles hacen de todos estos personajes de la historia de la salvación bufones a los ojos de los que tienen ojos pero no ven y oídos pero no oyen ¡quiera Dios que se nos abran los ojos del corazón! Porque aún hoy hay “cristianos” que siguen haciendo bufonadas.

Los hay al menos de dos tipos. “Cristianos” que condescienden y negocian con Mamon para asegurarse cargos de prestigio o mantener un sueldo, influencia y poder y a tal fin; alagan, ríen y hacen de comparsa a sus señores y sus cortesanos (de quienes el beato to Monseñor Romero diría son bautizados pero no cristianos). Y gracias a Dios, los hay que como los actores de la historia de la salvación son los que llamaremos “bufones por amor de Dios”. Son esas monjas americanas que recorren EEUU en un bus para dar a conocer la labor de la Iglesia, se movilizan contra los recortes de derechos, contra los CIES, contra los feminicidios... esos que dan abrazos gratis por la calle o que reparten sonrisas con sus narices de payaso o sus globos de colores para anunciar que hay cosas más importantes que el dinero. Los puedes ver encadenados a edificios o cortando carreteras para gritar que tierra solo hay una y que tenemos que cuidarla... ¿profetas o bufones?

Bufones para este mundo por estrafalarios, extraños por “freaks” y bufones quizás también para Dios pero en otro sentido bien distinto: porque Dios los mira y le hacen sonreír y esa sonrisa de Dios es un mensaje para el mundo: “estos son mis hijos en quienes me complazco... escuchadles”.






jueves, 30 de julio de 2015

La magia de "Nazaret":

El tema empezó en un tren... 24 chavales recién salidos de sus coles, camino de vivir dos semanas de servicio en; Cottolengo, San Rafael, Residencia de Ancianos, casa de Veritas y la Colonia de verano de Nazaret. La mayoría de voluntarios son de Jesuitas, pero también hay  5 Carmelitas y una de Salesianos. Era la primera vez que abríamos la experiencia a otros coles. Bueno en realidad ellas vinieron a nosotros y no pudimos decir que no. Nos la jugamos. Y resultó ser una gran apuesta. Como coordinador de la experiencia he sido testigo privilegiado del paso de Dios por sus vidas, de cómo la providencia nos ha salido al paso en las dinámicas y actividades de la tarde y en los voluntariados de las mañanas. La providencia… ¡esa palabra tan repetida en el Cottolengo! y ¡tan difícil de entender si no se vive primero! Estos días los jóvenes han tenido ocasión de acercarse al misterio del Dios que camina con nosotros. En la paciencia de la comunidad educativa de Nazaret a la que le hemos invadido el colegio mientras estaban inmersos en el cierre de curso y las programaciones, en la atención que los auxiliares de los distintos centros a los que acudíamos de voluntariado han puesto en nosotros/as, en el hecho de que nunca faltase nada de nada en el Cottolengo... y en un encuentro casual con un miembro de la Junta de Antiguos Alumnos que dio pie a compartir la Eucaristía de envío y a que nos invitaron a pizzas en la última cena.
 Hemos hecho camino, hemos tratado de ejercitarnos en buscar al Dios de la Vida en el día a día, de dejarnos sorprender, de practicar el arte de confiar... y las personitas han hecho proceso. De recientes alumnos a profesores-educadores, a nietos de verano, a cuidadores y acompañantes... Falta reposar Nazaret, dejar que la perspectiva nos ayude a todos a caer en la cuenta de lo vivido y que se haga realidad el deseo de Miguel Ángel Segura, director del colegio de Nazaret “Ojalá que Nazaret cambié algo en vuestras vidas”.

El cambio ha empezado. En este post, ellos mismos lo cuentan a su manera. 

El inicio de algo muy grande  (visión general)

Cuando me dijeron de venir a Nazaret estaba muy asustada, quería o necesitaba a alguien conocido. Se termina ya la estancia y resulta que en dos semanas en Nazaret nos hemos hecho tan amigos que podríamos hablar de ser “familia”. Llegamos a esta experiencia después un año duro académicamente, 2º bachiller ha sido un año vacío y a la vez lleno. Lleno en el sentido de exámenes, agobios, nervios, lloros, pero al mismo tiempo vacío; me he sentido vacía en el interior, no me he parado a reflexionar y por ello Nazaret me ha llenado tanto. Durante estos 15 días he ido rellenando estos huecos vacíos que se habían formado durante el curso.
Nazaret me ha cambiado en muchos sentidos. Tanto las experiencias por las mañanas; como las dinámicas por las tardes.
Cuidar, escuchar, atender, apoyar son algunas de las cosas realizadas con ancianos, niños, mujeres del Cottolengo, chicos de la casa Véritas, de San Rafael y adolescentes, que han tenido hijos muy temprano.
Los días en Nazaret han pasado demasiado rápido, ya desde el punto de la mañana nos reunimos para leer un fragmento de la biblia, cantamos y rezamos unidos de las manos, estamos todos un poco zombis, sin embargo, ya desde ese momento me siento feliz y unida. La mañana se pasa volando en los diferentes voluntariados. Como todo hay días más duros que otros, unos más fáciles o que no se complican tanto, sin embargo, he aprendido que en Nazaret, bajar la cabeza no es una opción.
Cada tarde, los acompañantes preparan dinámicas diferentes que todas y cada una de ellas han movido y rellenado huecos de mi interior.
Desde el primer día empecé emocionada, sabía que Nazaret iba a ser una experiencia diferente.
Con música de fondo teníamos que plasmar lo que llevábamos en nuestra mochila arrastrando de todo el año.
Tras cada dinámica algo que también me ha ayudado mucho. El tiempo de reflexión personal y el rato de compartir en los diferentes grupos que han sido formados con cada una de las experiencias. Nos hemos abierto, nos hemos escuchado y sentido arropados. Nos hemos partido de la risa y también henos llorado todos juntos; siempre bajo el “secreto de grupo”. Al principio he de reconocer que me costaba abrirme pero he ido experimentando que me hacía sentir tan llena cuando lo hacía que poco a poco me he ido dejando “saborear”.

Dinámicas hemos tenido para todos los gustos. Un día fuimos guías o guiados con los ojos tapados para superar una serie de obstáculo, fue una forma divertida de hacer de “bastones” unos de otros y darnos cuenta del apoyo mutuo.
Arantxa Yagüe, educadora social de Nazaret también dejó huella en nosotros tras una charla sobre como situarnos ante las personas que acompañamos en los voluntariados ¡ojalá la hubiese grabado! Esa tarde dejamos nuestra huella de pie en un papel y reflexionamos sobre ella y como era la huella que queremos dejar en el mundo.
Tantos días fuera de casa, con la distancia, nos invitaron a reflexionar sobre la familia, y a escribirles después una carta. ¡Hasta hubo una carta al cielo! Y reflexiones profundas, y
vida compartida y algunos lloros...

Una tarde la dedicamos a dar gracias, por cosas que Dios nos regala gratis, Y nos lanzamos a hacer lo mismo y a repartir abrazos por la ciudad.. Hacía tiempo que no me sentía tan especial, feliz y agradecida. Son tantas la emociones que se pueden acumular en una tarde por Alicante con un cartel donde en grandes letras ponía: ABRAZOS GRATIS y es que el cariño y el amor es muy importante para TODOS. 

Y de amor fue la dinámica siguiente, amores de barra, amores light... pero aparte nos  sirvió para descubrir los distintos tipos de amor que existen. Y como nos situamos nosotros en nuestras relaciones con los demás y a preguntarnos como queremos amar...

Nazaret ya estaba dejando huella en mí y todos los demás también. Siempre por las noches en el último círculo de oración nos acordábamos de las personas de los voluntariados y de las personas que se habían quedado en Zaragoza.
Ya se acerca el final y no me quiero ir, quiero que esto dure siempre, me está ayudando tanto que no quiero que se pase sin más, quiero que como en la charla que nos dio Kike Romá sea capaz de preguntarme cómo voy a poner en juego mis dones para cambiar la realidad sufriente que me rodea, no unos días sino cada día, siempre.
Quiero que me sirva para toda la vida porque he aprendido a ver las cosas de otra manera.
Quiero dejar huella, servir de bastón y a la vez apoyarme en ellos, cuando no sepa el porqué del sufrimiento, pedir fe para afrontarlo y fuerza para combatirlo, ternura para repartir abrazos, amor... y sobre todo no ser indiferente para nadie, quiero actuar a mi escala pero nunca girar la cabeza.

El broche final de Nazaret fue un Camino de Emaús, en el que descubrí que es que nunca es tarde para profundizar en alguien y eso lo descubrimos en la dinámica del camino de Emaús.

Esto ha sido el inicio, un gran inicio, de algo muy grande.

San Rafael, un voluntariado diferente:

No es fácil tratar con discapacitados mentales y menos si nunca lo has hecho. La primera palabra que expresamos al entrar al centro fue “respeto”. No queríamos decir que teníamos miedo por lo que nos podíamos encontrar, pero la realidad es que estábamos asustadísimos.
El primer día trascurrió en calma pero la cosa cambió conforme pasó el tiempo. Recorrimos los diferentes hogares encontrándonos con todo tipo de discapacidades. Poco a poco empezamos a coger cariño a todos ellos hasta el punto que pedimos pasar más tiempo y darles de comer.

No costó ningún esfuerzo poder ver a Dios en el voluntariado. En cada sonrisa de ellos, en cada abrazo, en cada  conversación... por eso decimos que es un voluntariado diferente porque se puede decir que recibimos más de lo que dimos.

Día tras día dábamos gracias a Dios por la posibilidad que nos dio de poder realizar este voluntariado aún sin haberlo pedido, de haber podido conocer a gente tan maravillosa como las que hemos conocido, por la acogida de todo el centro y sobre todo de los trabajadores que nos ayudaron en todo lo que necesitamos. Pero sobre todo damos gracias a Dios de haber perdido el “miedo” y de haber conocido la realidad que hay en el mundo, no para comprenderla y olvidarla si no para cuidarla y acogerla porque aunque muchos no lo entiendan, los discapacitados mentales nos dan lecciones diarias.

Solo agradecer esta increíble experiencia, y aconsejársela a todo el mundo. Centro San Rafael de Alicante. Como ellos dicen “Soñando juntos”.  

Menores Embarazadas

Al principio fue muy difícil, ya que esperábamos que ellas nos aceptasen desde el principio y confiasen en nosotras pero con el tiempo comprendes que todo lleva su proceso.

Así que cuando paso ese tiempo, todo fue más fácil y pasamos a sentirnos parte de su vida hemos podido ayudar a las madres que pueden aprovechar esos días en que estamos para hacer gestiones y, además, es gratificante para quien lo hace. Hemos aprendido muchas cosas de la vida y creemos que en cierta medida también hemos hecho la vida de las madres algo más fácil por unos días. 
Me he sentido muy feliz porque este voluntariado me ha hecho observar las responsabilidades a las que te sometes cuando decides ser madre y a la vez el lado más dulce de la vida que es el amor maternal. Por ello ver como las madres dan a sus hijos lo que ellas no han tenido, me ha ayudado a comprender que tenemos mucha suerte de tener la vida que tenemos.

Niños de Nazaret

He tenido la suerte de pasar dos semanas con los niños de Nazaret. Niños que por problemas familiares o por tener familias desestructuradas van a una escuela de verano en unos pisos donde hacen una vida “normal” y donde se cuida su alimentación, educación, higiene...

Al principio llegué con miedo porque no sabía cómo reaccionarían ellos conmigo, pero solo recibí muchísimo cariño por su parte. Hemos hecho varias actividades, hemos ido a piscinas, granjas, hemos hecho deberes con ellos y muchas más actividades. Todas las mañanas me despertaba con ganas de llegar al piso y que me recibieran con mil abrazos, besos y cumplidos y hacer la actividad que tocara.

Son niños encantadores que en cuanto les das un poco de cariño te lo devuelven duplicado.
Me he dado cuenta del cariño y la confianza que se puede llegar a coger en tan poco tiempo.
Me han hecho sentirme muy afortunada, especial y sobre todo feliz. Además me he reído un montón y me lo he pasado genial. Tanto que me ha costado muchísimo despedirme.

Aunque ahora sienta pena me voy muy feliz de haber vivido esta experiencia con ellos y con muchas ganas de volver a verles.
  
             Residencia de Ancianos

 En la Residencia de la Virgen del Remedio, hemos estado acompañando a los ancianos y ayudándoles en lo que necesitaban y sobre todo haciéndoles sentir escuchados. Hemos conocido a ancianos con todo tipo de patologías, tanto físicas, como psíquicas.
Eso sí todos tienen una increíble capacidad de agradecimiento con cosas tan simples como llevarles a misa, ayudarles a tomar zumo, jugar al dominó... este voluntariado nos ha llenado de forma personal.

Personalmente, sólo con sus sonrisas y sus continuos agradecimientos, me han devuelto mucho más de lo que he podido llegar a dar y no sólo eso sino que ellos son los que
han hecho que esta experiencia, estos 15 días, hayan merecido la pena, que nos haya costado tanto irnos y tener que despedirnos. A veces en nuestra sociedad parece que “los abuelos” son personas aburridas e incluso sin función, pero nosotros hemos aprendido mucho más de lo que he podido enseñar o dar, han conseguido que parte de nuestro corazón se quede con ellos. Os vamos a echar mucho de menos, nunca os olvidaremos, os queremos.

El Cottolengo

Es una residencia exclusivamente de mujeres enfermas. El voluntariado consiste en ayudarles en las tareas de la casa (tender, poner la mesa, fregar...),hacer juegos con ellas para estimular y desarrollar sus capacidades tanto físicas como mentales, pasear y conversar con ellas, darles de comer y hacer todo lo posible por alegrarlas y transmitir felicidad.

En esta experiencia acabas recibiendo más de lo que das, son personas muy cariñosas y agradecidas y en la residencia se aprecia un gran ambiente familiar.
En un primer momento es impactante pero al final te das cuenta que pese a lo poco que tienen lo valoran y son felices. Además llama la atención el compromiso entre ellas y como las que están mejor cuidan y dan cariño a quien más lo necesita.

En el Cottolengo es fácil encontrar a Dios: en cada sonrisa, mirada y caricia de las mujeres de la residencia que despiertan sentimientos que estaban dormidos en tu interior y en descubrir que la verdadera felicidad se haya haciendo felices a los demás. Estamos muy contentas de haber tenido esta oportunidad y de hacer que estas mujeres se sientan queridas.

Residencia VERITAS 

Supongo que como cualquiera de nosotros, yo iba con la intención de que mi trabajo fuese gratificante, y la verdad que a la vista no parecía muy difícil, se basaba básicamente en abrir la puerta, consolar y abrazar tal y como lo haría Dios. En estas dos semanas he crecido mucho. Cuando me dijeron que estaba dentro del voluntariado de Veritas mentiría si dijera que no sentí miedo e incluso rechazo aunque a la vez tenía  muchas ganar de conocer este mundo, de saber qué es lo que les duele, y poco a poco hemos ido aprendiendo que lo que duele no es el dolor, sí no el efecto secundario de algo que les hizo sufrir y que hoy en día les sigue rascando. Al llegar a la casa, supongo que todos sentimos ese tipo de "respeto", ese hablamos todo lo que quieras pero con una barrera en medio, poco a poco te van contando, vas aprendiendo y lo más importante, vas sintiendo. He llegado a sentir vergüenza por meter la pata hasta el fondo, por ver como me rompían los esquemas y he aprendido que es verdad que las apariencias engañan... Nazaret ha terminado, pero no nos vamos por completo, cada uno de nosotros dejamos una parte de nuestro corazón, ponemos la parte de fe y de esperanza necesaria para que todo vaya bien. Nos vamos emocionados, nos vamos con una sonrisa en los labios. Prometemos no olvidaros nunca, rezar mucho por vosotros y llevaros siempre guardados en el corazón.

Los/as autores/as:

Casa Veritas: Carolina Carolina Arruga Arnal y Diego Lopez Ordovás
Cottolengo: Beatriz Menéndez Félez, Leyre Saldaña Inda, Irene Rubio Artiga
Residencia de Ancianos: Paula Oto Valero
San Rafael: Pilar Martínez Romero, Wences Civeira Marin, Carmen Campos Morente, Tomas Achaval Lorente, Pablo Gómez Mugarza.
Menores Embarazadas: Pilar Novella Gonzalez
Colonia de menores de Nazaret: Ana López Santander



viernes, 20 de febrero de 2015

Cuaresma
Camino de formación del Corazón...
Chema Segura, sj.
Mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma 2015.
Tener un corazón misericordioso no significa tener un corazón débil. Quien desea ser misericordioso necesita un corazón fuerte, firme, cerrado al tentador, pero abierto a Dios. Un corazón que se deje impregnar por el Espíritu y guiar por los caminos del amor que nos llevan a los hermanos y hermanas. En definitiva, un corazón pobre, que conoce sus propias pobrezas y lo da todo por el otro.
1.    Tiempo de renovación: La Cuaresma es un tiempo de renovación para la Iglesia, para las comunidades y para cada creyente. Pero sobre todo es un «tiempo de gracia» (2 Co 6,2). Dios no es indiferente a nosotros. Está interesado en cada uno/a, nos conoce por nuestro nombre, nos cuida y nos busca cuando lo dejamos. Cada uno de nosotros le interesa; su amor le impide ser indiferente a lo que nos sucede.
2.    Revestidos de Cristo: El cristiano es aquel que permite que Dios lo revista de su bondad y misericordia, que lo revista de Cristo, para llegar a ser como Él, siervo de Dios y de los hombres.
3.    Déjate cuidar: La Cuaresma es un tiempo propicio para dejarnos servir por Cristo y así llegar a ser como Él. Nos lo recuerda la liturgia del Jueves Santo con el rito del lavatorio de los pies. Pedro no quería que Jesús le lavase los pies, pero después entendió que Jesús no quería ser sólo un ejemplo de cómo debemos lavarnos los pies unos a otros. Sólo podemos lavar sus pies a otros quien antes se ha dejado lavar los pies por Cristo.
4.    La Iglesia es Comunión de los Santos porque en ella participan los santos, pero a su vez porque es comunión de cosas santas:…En esta comunión de los santos y en esta participación en las cosas santas, nadie posee sólo para sí mismo, sino que lo que tiene es para todos. Hasta que esta victoria del amor no inunde todo el mundo, los santos caminan con nosotros, todavía peregrinos.
5.    Ser signos de Dios para otros: La Cuaresma es un tiempo propicio para mostrar interés por el otro, con un signo concreto, aunque sea pequeño, de nuestra participación en la misma humanidad. El sufrimiento del otro constituye un llamado a la conversión, porque la necesidad del hermano me recuerda la fragilidad de mi vida, mi dependencia de Dios y de los hermanos.
6.    No tienes que ser perfecto/a. Si pedimos humildemente la gracia de Dios y aceptamos los límites de nuestras posibilidades, confiaremos en las infinitas posibilidades que nos reserva el amor de Dios. Y podremos resistir a la tentación diabólica que nos hace creer que nosotros solos podemos salvar al mundo y a nosotros mismos.
Con este deseo, aseguro mi oración para que todo creyente y toda comunidad eclesial recorra provechosamente el itinerario cuaresmal, y les pido que recen por mí. Que el Señor los bendiga y la Virgen los guarde.
Vaticano, 4 de octubre de 2014. Fiesta de san Francisco de Asís.

Déjate servir por Dios.
Deja que Dios sane las heridas de tu corazón.
¿Tienes sed?, ven a beber agua, ¡es gratis!
¿No tienes dinero?¿No tienes méritos que presentar al Padre Dios?, no pasa nada estamos en tiempo de GRACIA: “venid, y de balde adquirid trigo, y comed”; ¡sin pagar nada! “adquirid vino y leche”.

Es CUARESMA, tiempo de llenarse de lo que de verdad importa,
“¿Por qué dar dinero a cambio de lo que no es pan?¿Por qué dar vuestro salario por algo que no deja satisfecho?”
Haz un hueco para que el Señor entre en tu rutina, en tu sed, en tu hambre y te renueve.
“Oídme bien y comeréis buenos alimentos, comeréis cosas deliciosas. Venid a mí y prestad atención, escuchadme y viviréis.”
CUARESMA es tiempo de regenerarse dice el Papa Francisco,
Vuelve a casa, porque el Señor está a la mesa y te espera: “Vamos a volver al Señor: él nos despedazó y nos sanará, nos hirió y nos vendará la herida. En dos días nos hará revivir, al tercer día nos restablecerá y viviremos en su presencia.”
Es tiempo de recordar,
de volver a dejar que la Palabra resuene en nuestro corazón, tiempo de espera confiada en que el Señor viene para salvar “como la lluvia, como aguacero que empapa la tierra”. Y no te agobies por toooodo lo que vas a cambiar y tooodos los propósitos de Cuaresma que lo que el Señor quiere es “lealtad” no sacrificios vacíos, “conocimiento de Dios” y no perfeccionismos ofrecidos como “holocaustos.” (Os 6,1-6). 
No es tiempo de temer,
mírate sin miedo porque estás ante el Señor de la Misericordia. El compasivo es Quien te acompaña en tu caminar hacia la Pascua. Estás ante el Señor de la Misericordia, Dios Padre bueno, buen pastor que quiere borrar tus “culpas” porque no lleva cuentas del mal. Dios de entrañas de madre que con inmensa compasión “lava del todo” tu “delito”, y “limpia” tu pecado. Ante el Señor crucificado puedes ser tú misma.
Sin miedo, a reconocer tus heridas, tu fragilidad, tus errores, tu “culpa” y tu pecado porque sabes que Dios no quiere falsas apariencias ni perfeccionismos vacíos sino un “un corazón sincero”. Con un corazón sincero el Dios alfarero puede modelar, desde su sabiduría.
Dios puede recrearte,
si no te guardas tus cenizas, tus heridas, tu arcilla porque sabe que eres barro y Dios está deseando renovarte por dentro “con espíritu firme” y recrearte con “un corazón puro”.
Dios que te ha soñado,
desde antes de la creación del mundo no puede, no quiere arrojarte lejos de su rostro, no puede quitarte su “santo espíritu”. Porque es Dios y no reniega de sus promesas. Nada tienes que temer de Dios. El Señor no es libre, se ha atado con su humanidad ¡contigo! en el pacto “que por amor hice a David” (Is 55, 1-3).
Dios padre de misericordia no pide “sacrificios” externos, esos no le satisfacen. No quiere “holocaustos”. Quiere tu corazón desgarrado, tu “espíritu quebrantado”, tu “corazón quebrantado y humillado” para mimarlo, para quererlo, para devolverle la alegría de la resurrección… porque estamos destinados a la Pascua y eso es lo que la Cuaresma prepara.

Como un pastor vela por su rebaño… así tu Padre Dios te dice “velaré” por ti y te “libraré de todos los lugares” por los que te perdiste en ese “día nublado y sombrío”. Dios sale a tu encuentro para traerte de vuelta a casa, y te dice “te traeré a tu propia tierra, y te apacentaré en buenos pastos, y en los altos montes”. Es el tiempo de gracia y el Señor saldrá a buscar las ovejas perdidas, recogerá a las descarriadas para vendar sus heridas, curar sus enfermedades. El Señor es tu descanso y tu esperanza. El Señor te guardará y te apacentará como es debido (Ez 48,16).
ORACIÓN: Si Dios estuviera enamorado de mí... (Garcia pAredes)
Si Dios estuviera enamorado de mí, sería sonrisa, silencio y mirada, cercanía.
Si Dios estuviera enamorado de: mí, pensaría cómo acercarse, cómo hacerme llegar su cariño, como hacer que le quiera...
Soñaría mil regalos y encuentros y­ desearía que fuera consciente de cuánto desea estar conmigo, para hacerme feliz...
Si Dios estuviera enamorado de mí, utilizaría el universo como parábola, como gesto y mensaje, el viento como abrazo, la luz como beso, la noche como sueño, el agua para abrazarme, el aroma de las flores como presencia, la música como declaración.
Si Dios estuviera enamorado de mí, se ocultaría para ser buscado, jugaría a enamorarme, y estaría ahí siempre, en mis buenos y malos momentos, riendo conmigo y tratando de aliviar mi dolor si me ve triste...
Si Dios estuviera enamorado de mí, se monetaria ante mi indiferencia, y se entristecería ante mi traición, dejaría de mirarme por un tiempo; cuando yo me olvidara de él, pero me tendría siempre presente, le dolería mucho, y al menor gesto se conmovería.
Si Dios estuviera enamorado de mí, me daría su vida, me hablaría de mil formas, me ofrecería su tiempo y todo lo que tiene, pondría su tienda junto a mí, acabaría siempre perdonándome, me lavaría los pies, me curaría mis heridas, me diría un "te quiero" infinito. ¡Sí! Dios está enamorado de mí... También de ti...
¿Te das cuenta? ... ¡Tú eres el sentido de la Vida de Dios !
Todo existe por Ti, en Ti pensaba Dios antes de crear el mundo. Dios mismo Vive y muere por Ti. Todo, lo que tenga que ver contigo es importante para El.
Palabra...
Antes de la fiesta de Pascua, sabiendo Jesús que llegaba la hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo. 
Durante la cena, cuando el Diablo había sugerido a Judas Iscariote que lo entregara, sabiendo que todo lo había puesto el Padre en sus manos, que había salido de Dios y volvía a Dios, se levantó de la mesa, se quitó el manto, y tomando una toalla, se ciñó. 
Después echó agua en una jofaina y se puso a lavarles los pies a los discípulos y a secárselos con la toalla que llevaba ceñida. 
Llegó, pues, a Simón Pedro, el cual le dijo: -Señor, ¿tú me lavas los pies?
Jesús respondió: -Lo que yo hago no lo entiendes ahora, más tarde lo entenderás. 
Replicó Pedro: -No me lavarás los pies jamás.
Le respondió Jesús: -Si no te lavo, no tienes nada que ver conmigo. 
Le dijo Simón Pedro: -Señor, si es así, no sólo los pies, sino las manos y la cabeza. 
Le respondió Jesús: -El que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, pues el resto está limpio.
Y vosotros estáis limpios, aunque no todos -conocía al que lo iba a entregar y por eso dijo que no todos estaban limpios-.
Cuando les hubo lavado los pies, se puso el manto, se reclinó y dijo: -¿Entendéis lo que os he hecho? Vosotros me llamáis maestro y señor, y decís bien. Pues si yo, que soy maestro y señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros mutuamente los pies. Os he dado ejemplo para que hagáis lo mismo que yo he hecho
(Juan 13, 1-15).
Al final el Principio: Contemplemos el Lavatorio.
(Adaptado de J.M. Olaizola “La Pasión en contemplaciones de papel”)
La mesa está preparada para la cena. Todos parecen esperar a ver si Jesús da indicaciones para empezar la cena…Jesús al fin se mueve, y siguiéndole se disponen todos alrededor de la mesa, pero en lugar de comenzar con las bendiciones rituales el maestro se levanta de nuevo y se dirige a una esquina ante la mirada intrigada del resto. En el suelo hay un lebrillo de barro y una jarra con agua, preparada para las purificaciones rituales.
Cuando se quita la túnica y agarra la jarra y una toalla y se vuelve a ellos se quedan todos inmóviles, sin saber que se espera de ellos. ¿Qué hace el maestro como si fuera un criado? ¿Piensa lavarles las manos?
Jesús comienza a lavar los pies de Andrés. Lo hace con mimo. En la sala solo se oye el hilillo de agua que sale de la jarra y cae en el lebrillo, y a lo lejos los ruidos de Jerusalén que se prepara para la noche.
El maestro seca los pies de Andrés con delicadeza, y este se levanta y vuelve a su puesto, reclinándose en uno de los bancos dispuestos alrededor de la mesa... Pedro no termina de entenderlo… ¿Es que con Jesús nada puede ser normal? ¿Por qué se comporta como un esclavo o una criada?
Permanece de pie, sin sentarse en el banquillo. ¡Señor, cómo me vas a lavar a mí los pies?» Lo que yo hago no lo entiendes ahora, lo entenderás más tarde», responde Jesús, mirándole con calma. Pedro no consigue controlar su irritación. Se enfurece por ese lenguaje que no comprende, y no puede evitar replicar con terquedad «No me lavaras los pies jamás». Los otros les miran con estupor. Pedro, grande y erguido, plantándole cara a Jesús, que, aún inclinado en el suelo, le mira con seriedad. Entonces el maestro deja la jarra, se alza despacio y queda frente al discípulo. “Si no te lavo, no tienes que ver conmigo”dice con pesadumbre y firmeza.
Pedro palidece. ¿Nada que ver con él? Si no entiende su vida de otro modo, si es su amigo, su maestro, su guía... En un instante se le quiebra la voz y aunque sigue sin entender nada dice "Señor, no solo los pies, sino las manos y la cabeza". Abrumado, se sienta en el taburete y deja que Jesús le lave los pies. Con delicadeza, con mimo, con ternura. Sentir la mano del amigo limpiándole el polvo le reconforta, pese a lo extraño de la escena.
El sorprendente ritual continúa hasta que el último de los doce está sentado de nuevo. Al fin Jesús se levanta, se pone el manto, vuelve a la mesa y se reclina en su puesto. Es Jesús el que habla primero, «¿Entendéis lo que os he hecho?». «Vosotros me Llamáis maestro y señor, y decís Bien. Pues si yo, que soy maestro y señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros mutuamente los pies. Os he dado ejemplo para que hagáis lo que yo hago».

(Adaptado de J.M. Olaizola “La Pasión en contemplaciones de papel”