A España los reyes Magos no habrían llegado.
Vallas contra la Navidad :
Aunque es adviento, os hablo ya
de la Navidad ,
como lo hace la liturgia, que presiente la fiesta y la anuncia a los fieles:
“Estad alegres en el Señor; os lo repito: estad alegres. El Señor está cerca”.
Así será la Navidad
que se acerca:
“Dios vendrá y nos salvará”, vendrá con justicia, pan y libertad; “vendrá en
persona, resarcirá y salvará”. “El Señor abre los ojos al ciego, endereza a los
que ya se doblan, ama a los justos, guarda a los peregrinos”.
No habrá Navidad sin Dios: él es
justicia, pan y libertad. No hay Navidad sin pobres: oprimidos, hambrientos y
cautivos a la espera de Dios. No hay Navidad sin Jesús, Dios y pobre verdadero.
“Juan, que había oído en la
cárcel las obras de Cristo, le mandó a preguntar por medio de unos discípulos”:
¿Ya ha llegado la Navidad
o tenemos que seguir esperando?
Y Jesús les respondió: “los
ciegos ven y los inválidos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos
oyen, los muertos resucitan, y a los pobres se les anuncia la buena noticia”. Id
a anunciar a Juan: la Navidad
ya está aquí.
Pero podemos no dejarla entrar:
Hoy, para que la Navidad no se nos cuele en
el reino, la disuadimos con vallas recrecidas, carreteras perimetrales, radar
de aproximación con cámara de visión nocturna,
dispersores de productos antidisturbios,
alambradas de cuchillas, cables con sensores conectados a una central de
seguimiento, garitas de vigilancia, cámaras de televisión.
Esa muralla, que se
pretende infranqueable, no se levanta contra la corrupción, no contra la
violencia, no contra la injusticia, no contra la explotación, no contra la
marginación; se levanta contra hombres, mujeres y niños hambrientos de futuro y
de pan; esa muralla se levanta contra la esperanza, contra la Navidad.
Cuanto más difícil se les hace a
los pobres franquear las fronteras, más probable será que esa Navidad que llama
a nuestras puertas termine ahogada en el mar.
A vosotros, hijos muy queridos,
no necesito deciros que quitéis la valla. Os digo sólo: Feliz Navidad.
Tánger,
10 de diciembre de 2013
+ Fr. Santiago
Agrelo
Arzobispo de
Tánger
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